lunes, 19 de abril de 2010

Tío

-Tío, qué quiere decir eso.
-Lo que dice, tío.
-Hasta ahí llego, tío. Pero, qué coño significa aquí.
-No lo des vueltas, tío. Es pura publicidad.

A las bielas, las tripas les hacen guay-guay. Menudencias  en las que no reparan los viajeros del autobús municipal. Bastante tienen con el ruido propio. Sobrellevarlo con humor sería lo propio... pero unos y unas tropezarían entonces con habitantes de este planeta. Acá lo habitual es topar con un colectivo de víctimas y otro de matones. El conductor es el único del cuatro ruedas que puede lanzar un órdago al oído... sí, sí, las bielas van hoy sobradas. El aceite les filtró al salir de la cochera:"En la luna trasera de la carcasa
llevais un letrero". Dice: 'Nadie nos podrá detener'.

La ilustrativa frase, además de cargar también las pilas del profesional y de los neumáticos, aumenta la curiosidad preguntona de los dos mozalbetes.

-Tío, lee. También está el cartel pegado en las marquesinas.
-¡Joder!, tío. Igual está relacionado con el Tribunal Constitucional y el Estatuto catalán.
-No me parece. Si acaso con Garzón.

Una mujer les despeja la X. "Es para abrirse paso. Con la circulación que hay, no debe extrañarnos", pía con firmeza. "Flipa, tío ¡Cómo no hemos caído! responde uno de ellos por ambos. A su lado, un turista festeja orgulloso el triunfo de Edurne Pasaban. La alpinista vasca acaba de coronar el Annapurna, otro 'ochomil' a su mochila. "¡Bieeeeeeeeeeeeen!", masculla mirando su Ipod.

El conductor, entretanto, explica a un viajero al darle el billete que el cartel de 'nadie nos podra detener' es por lo de la capitalidad de la cultura. "Por Santander 2016", recalca, arrancando..

1 comentario:

  1. LA verdad es que a mi también me ha costado darme cuenta.
    Si es lo que digo, los diálogos son pura sociología urbana

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